Cuando pasamos tiempo al aire libre, el resplandor y los reflejos están literalmente a nuestro alrededor, incluso rebotan en partículas en el aire. Cuando eliminamos todo este "ruido visual" no deseado poniéndonos un par
de lentes polarizados, nuestra visión mejora más allá de simplemente eliminar el peligroso resplandor cegador. Se mejora la percepción del color y la profundidad, junto con la claridad y el contraste de los objetos. Los fotógrafos conocen este secreto desde hace años y suelen utilizar filtros polarizadores para conseguir colores más atrevidos y un contraste más profundo en sus fotografías (además de eliminar el deslumbramiento, por supuesto).
Dependiendo del color que elija para sus lentes polarizados, la percepción del color y la profundidad puede mejorarse aún más. Por ejemplo, el cobre resalta los rojos y verdes y es el color preferido para conducir.